2023 ha sido el más caluroso a nivel mundial desde que hay registros. Las altas temperaturas han llegado mucho antes de lo normal y se han sucedido multitud de episodios de calor extremo que han estado potenciados por el cambio climático.
Tanto la temperatura del mar como del aire se han disparado hasta niveles nunca antes vistos. En julio, muchos países del sur de Europa, Norteamérica y China registraron temperaturas récord locales superiores a los 45ºC, lo que provocó centenares de muertes.
En el país asiático, por su parte, el calentamiento global ha hecho que los eventos de calor extremo sean 50 veces más probables.
Ante estos fenómenos, existen satélites de observación de eventos extremos, los cuales detectan y monitorizan eventos meteorológicos extremos como huracanes, tornados, inundaciones y sequías, proporcionando información crucial para la predicción y mitigación de desastres naturales; un tema relevante para el escenario actual que enfrentamos en relación al cambio climático.